martes, 17 de marzo de 2015

ESTA NOCHE CONECTAREMOS CON EL INFIERNO. Varios autores (2015)

-Muchas ideas y muchas ganas en una mezcla de afición y profesionalidad.-
Portada del libro Esta noche conectaremos con el infierno
Género. Relatos.

Lo que nos cuenta. El libro Esta noche conectaremos con el infierno (publicación original: 2015) ofrece treinta y dos trabajos cortos, más una galería de ilustraciones, que nos ofrecen variadas aproximaciones al horror y al terror con las redes sociales e internet como hilo conductor y concepto creativo, escritos en 2014 (excepto el último relato, escrito en 2015) y presentados al concurso que propuso La Web del Terror (esta es ya su cuarta edición), que seleccionó los de la presente recopilación entre todos los participantes (excepto el último, un extra bajo petición expresa del antologista al autor) y que nos llevarán a conocer diferentes clases de depredadores que acechan en la red (el tema más recurrente entre los relatos, pero con muy distintas naturalezas, intenciones, suertes o destinos), ex novios obsesivos, búsquedas de inspiración literaria o de obras interesantes, intervenciones demoniacas directas o indirectas, lo que está dentro de nosotros y que las redes simplemente permiten compartir, un videojuego violento inquietantemente realista, aplicaciones informáticas del futuro que llegan mucho más lejos de lo que cualquiera podría imaginar ahora, programas de cámara oculta algo excesivos y el poder que dan nuestras creencias y atenciones a ciertas “entidades”, entre otros temas.

Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.

    - Cosas de niños (Tony Jiménez): ganador absoluto del concurso, el relato comienza recordando a Hard Candy y luego, con educación, nos cierra a la boca a listillos como yo porque, si bien toma caminos relacionados con dicho concepto, lo hace de una forma que no es la que creíamos ver venir de antemano y, además, ejecutada con sencillez elegante, buen ritmo aunque algo alargado, estilo narrativo acertado para el contenido y un final doblemente apropiado, por la trama y por el protagonista.

    - Out of range (Javier Fernández Bilbao): segundo ganador del concurso y que comienza como curiosa aproximación al futuro de las redes sociales (mientras critica de manera solapada el uso de las actuales) y su influencia en la sociedad mediante logros tecnológicos que entran en las psiques de hombres, animales, plantas y fallecidos, incluso gestionando elementos espirituales o paranormales, pero que termina en una trama de sexo explícito y violencia gore tipo Hostel que no consigue parecer ajustada de forma natural al señalado comienzo del relato.

    - Bloody Woody te sigue (Pablo Cajas Millán): tercer puesto en el concurso para un relato que comienza arriesgando al elegir la narración en segunda persona y sumerge al lector en el mundo del snuff en la Deep Web con una trama repleta de informática, sexo y violencia explícita nada innovadora y con una sintaxis que quizá hubiera merecido una revisión.

    - Demonticonos (Jose Antonio Reyero Jarch): relato que trae una mezcla de creencias y conceptos literarios cristianos medievales hasta nuestros días mediante una actualización de la idea a través de sistemas de mensajería, y que tiene una maquetación diferente para ayudar a la forma de narrar que ha elegido el autor, basada en dichos sistemas muchas veces, pero sin terminar de conseguirlo por completo (es que no era nada fácil hacerlo, la verdad).

    - Con todo mi amor (Juan Miguel Fernández Fernández): relato simple en forma y fondo, por más que haya algún giro de tuerca en la trama, narrado de forma algo tosca y que necesitaría una revisión para tratar de lucirlo un poco más.

    - B. P. T. (Miguel Chamizo): trabajo que trae más realismo al asunto, por deseo del autor y no por error, siguiendo los (malos) modos gramaticales adquiridos por muchos cuando usamos mensajería instantánea, con un pequeño homenaje a la antología de la anterior edición del concurso de La Web del Terror y otros a la literatura en general (y a la de género en particular), de ritmo frenético, que atrapa al lector y con un final que…

    - El gran evento (Sergio Moreno Montes): pieza con estilo formal atrayente y actual, figuras e imágenes bastante logradas, con algo de sobrepeso o alargamiento innecesario de la situación y que, con momentos del despertar de Archos a lo grande, juega con el concepto del poder que da a cualquier entidad el hecho de que la gente crea(mos) en ella.

    - El coleccionista (Rain Cross): relato marginalmente relacionado con la temática del concurso, pero cumpliendo, con alguna escena que no termina de encajar bien con la generalidad de la propuesta que ofrece, rápido de leer y entretenido a grandes rasgos.

    - Algo para olvidar (David Carrasco Nuñez): honroso trabajo que juega bien con las palabras que usa para contarnos lo que nos quiere contar y hasta donde nos quiere contar, pero que, también hay que decirlo, necesita una revisión.

    - Mantis (Antonio Márquez de Alcalá): relato agradable, que en cierto modo se ve venir en cuanto a destinos, pero sin tener claro cómo en concreto, narrado con una correcta (y apropiada) primera persona.

   - Amistad aceptada 2.0 (Lorena Gil Rey): cuento que mete y saca al lector de su trama por la deriva hacia descripciones y momentos que no terminan de aportar demasiado y que, a la vez, sirven para tratar de arropar un poco más la idea sencilla, pero resultona, con algunos momentos humorísticamente malévolos sobre cierto mundillo e industria.

   - #Déjameseguirte (Raúl P. Mas): de protagonista logrado (identificamos muy bien al personaje y su carácter gracias tanto a la pericia narrativa del autor como a que es una figura claramente identificable y que, de una u otra forma, hayamos conocido), con un ritmo muy bueno y que hace corta la lectura de su relativamente larga extensión.

    - Jalogüin (Daniel García Raso): relato que se mueve en una línea muy fina entre lo que es pertinente decir para lo que nos quiere contar y lo que es impertinente para lograrlo (cada lector decidirá si se mueve o no hacia un lado u otro de dicha línea), con algunos momentos logrados en su expresividad y localizaciones temporales interesantes desde lo narrativo.

    - Johny un brazo (Daniel Rodríguez Tinoco): trabajo sencillo que usa leyendas urbanas mezclando lo real y lo ficticio para intentar proponer una de terror “a la antigua”.

    - Creepyplasta (Francis Novoa): aproximación tragicómica al tema de la antología, lleno de referencias que sitúan muy bien al que las conozca, pero tal vez distraigan al que no, divertido desde la crueldad, que me hace pensar en el chiste del oso y el cazador (¿Tú vienes aquí a cazar o a qué vienes?) y que no tengo claro si realmente se llama Creepyplasta o Creepypasta (en realidad, sí lo tengo claro).

    - Solicitud de amistad (Jose Martínez Moreno): trabajo sencillo que podría ser un ejercicio “lovecraftiano” si el hijo predilecto de Providence se hubiese salido un poco de su temática básica y hubiera conocido tanto las actuales redes sociales como los sistemas de mensajería instantánea.

   - Nereha999@hotmail.com (Tomás E. Mirayo): relato que se toma quizá demasiado tiempo para entrar en materia o tal vez necesite una poda, con un homenaje a un clásico que primero despista y luego resulta tener cierto sentido en la trama si somos generosos, creando un nuevo tipo de leyenda urbana propia de los habituales de la bibliotecas (ya era hora de algo así ¿no?).

   - Un regalo para mamá (Alex Puerta Ramsay): trabajo de ritmo constante, entretenido que, mientras repasa diferentes redes sociales como coto de caza de un depredador, hace unas observaciones bastante mordaces sobre las mismas.

    - De cerca (M. E. Pastor): relato que transcurre por completo en soportes digitales y aplicaciones muy reconocibles en su mayoría, pero que necesita algo de atención extra en su lectura por parte del lector, con diferentes clases (¿o será categorías?) de mal en su trama y un trasfondo que se intuye rico, pero apenas entrevisto.

    - Vas a morir (Pedro Pablo Picazo): uso de aplicaciones de alta intrascendencia que pululan por la red para contar bastante bien una trama sencilla sobre la muerte mientras juega de manera acertada con qué es real y qué es sobrenatural.

    - Puer aeternus (Rubén Ibáñez González): otro de los trabajos que ofrecen diferentes clases (o categorías, recuerden) de maldad, que maneja sentimientos de alta complejidad dentro de lo perturbado de algunos comportamientos y que logra incomodar (algo que persiguen los relatos de horror ¿no?) mientras ofrece una trama elaborada y un estilo cuidado que destacan, y bastante además.

    - Enredado a muerte (Tomás Rubio Pérez): una de fantasmas “a la antigua”, pero modernizada mediante el uso de la informática social y contada con bastante oficio, agradable de leer y con una gotita de reflexión sobre la forma que tenemos a veces de vivir nuestras vidas.

    - El remitente desconocido (David Gutiérrez Díaz): relato sencillo, pero honroso, en el que también se podrían ver tendencias antiguas que tratan de actualizarse, y rápido de leer.

    - Scopaesthesia (Virginia S. V. Riesco): otro de los trabajos que evoca formas del pasado en su propuesta mientras usa el concepto del correo electrónico en cadena para la trama de un texto algo recargado y que necesitaría una revisión.

    - Amigos del foro (Irene Comendador): trabajo que transcurre con anodina simplicidad dentro de los efectismos que luce, pero que ofrece un curioso final que invita, al menos a mí me pasó, a releerlo y buscar cómo jugó (quizá) el relato con el lector sin que éste se diera cuenta.

    - 2050 (Javier Bocadulce Carrero): ejercicio ambicioso que mezcla proyección, revisión, prospección y hasta la crítica de fondo, que muestra dos estilos narrativos diferentes, pero relacionados por la trama, y que trabaja la sensación de irrealidad de forma curiosa.

    - Diagnóstico: descomposición (M. Ángeles Seguí Pastor): relato que usa el tema de la antología como excusa en la trama para contarnos una trama que tanto se podría ver como una reflexión sobre el coste de los pecados como una aproximación intimista a lo Z.

    - Los demonios de la globalización (Álvaro de la Riva Hengstenberg): repaso de la influencia de las redes sociales desde la ficción mediante el juego entre políticas corporativas malignas y voluntades demoniacas que pueden afectar la voluntad de los usuarios.

    - Off (Francisco Juan Collados Almodóvar): otro de los trabajos que usa el tema de la antología como herramienta y no como parte fundamental de la trama, con bastante tensión a pesar de que supongamos el final y algo de sobrepeso (en varios sentidos, ya me entenderán cuando lo lean...).

    - Me gusta (Jorge Asteguieta Reguero): relato que trata de mostrar que las redes sociales son tan buenas o malas como sus usuarios y que no sacan ningún tipo de patología (homicida o no) que la persona no llevase dentro ya por su cuenta.

   - ByeByeLive (Marc Sabaté Clos): reflexión sobre nuestras vidas y sobre el tiempo, excesivo en algunos casos, que se dedica a lo virtual y si eso es algo equivocado o puede ser, en algún caso, una necesidad oculta del individuo inherente a sus vivencias o personalidad.

    - El aporte (David Jasso): punto final a la antología mediante un repaso a la fascinación que ejercen la violencia y el horror sobre muchas personas y cómo las redes sociales e internet no hacen más que permitir que se compartan sus frutos, de estilo sobrio, funcional e inmisericorde en sus contenidos.

Linkwithin